martes, 27 de marzo de 2012

MIRANDO AL 2012

El año ha comenzado movido, no sólo en lo sismológico sino que, principalmente en lo social y político. Pero el piso se le mueve al gobierno y a los otros actores políticos, principalmente los partidos, de ambos lados.

Este 2012 se caracteriza por la aparición de nuevos liderazgos, instalados en la conciencia pública. Aysén, Arica, Calama. Son grupos sociales que se levantan frente a las promesas incumplidas (de este gobierno y de los anteriores). Posiblemente los políticos creían que las promesas no tenían para qué cumplirse, porque reclamar requiere poder. Lo que no entendieron es que con cada promesa se transfiere poder a quien se le promete, y sucede que la gente ahora sabe que tiene ese poder y lo ejerce. Tiene poder no porque se lo hayan transferido graciosamente sino porque el poder radica y reside en la gente.

Los estudiantes tampoco han estado silenciosos ni -menos- inactivos. Se puede esperar que para 2012 existan dos frentes: uno externo, de carácter nacional, manteniendo los ejes de las demandas 2011, abriéndose e incorporando a federaciones de universidades privadas, asociándose a otros movimientos sociales. El segundo es el frente interno, que aparecería como una novedad comparado con los años anteriores.

Frente interno posiblemente significará en primer lugar la demanda por participación, que está explícitamente proscrita por la Ley General de Educación. Este es el primer requisito, de orden estructural claro está y que exige modificar la ley orgánica. Lo segundo, que esta participación tenga una modalidad de representatividad y capacidad vinculante, cuestión que necesariamente será decidida en negociaciones con los propios estudiantes. En tercer lugar, los estudiantes podemos esperar que demanden injerencia sobre las propuestas formativas, discutiendo y aportando su perspectiva sobre las ofertas formativas institucionales. Similarmente en cuestiones tan delicadas como la evaluación de la docencia (que se viene haciendo desde hace algunos años en la U de Chile así como en otras universidades del país). Los elementos de base de este frente interno se relacionan principalmente con las exigencias de calidad, justicia y equidad que fueron banderas de lucha en 2011.

¿Estamos preparados para responder a esas demandas? ¿Cómo las traduciremos en nuestra práctica docente cotidiana? ¿o en la gestión de las unidades académicas?

A diferencia de los movimientos sociales referidos, que son esencialmente de carácter local (aunque la torpeza del gobierno las transforma en nacionales) reivindicando promesas incumplidas, pero no demandando cambios estructurales, las demandas de los estudiantes hacen referencia a la cuestión estructural, al mismo ADN de este modelo neoliberal que, poco a poco, se cae a pedazos.