jueves, 9 de enero de 2020

LA PSU Y LA TRANSICIÓN A UN NUEVO MODELO

1.- Estado de la cuestión.
Hace unos 10 años fue la crisis de la Prueba de Aptitud Académica (PAA). Fue reemplazada por la Prueba de Selección Universitaria (PSU), también con grandes críticas iniciales. La gran diferencia entre ambas reside en el contenido de las mismas: mientras la primera apuntaba a las “aptitudes académicas”, es decir, al conjunto de rasgos que podrían predecir el comportamiento y logro de los futuros estudiantes universitarios, la PSU apuntaba a los logros educacionales, pero con la misma lógica predictiva. En otras palabras, cambian los instrumentos, pero el modelo de selección se mantiene, queda intacto, incuestionado. 
Las críticas a la PAA que pretendieron ser superadas por la PSU radicaron fundamentalmente en el carácter discriminatorio de la primera. Los análisis de los resultados indicaban que los mejores puntajes se asociaban a padres con más escolaridad y establecimientos pagados. En la discusión y búsqueda de mejoramiento se encontró que el factor que compartían mayoritariamente los estudiantes era el currículum escolar: siendo un plan nacional, todos se veían expuestos al mismo, lo que contribuía a un cierto equilibrio que supuestamente nivelaría el terreno, beneficiando especialmente a los estudiantes de sectores desfavorecidos. La evidencia no ha sustentado este supuesto inicial. Los resultados siguen señalando una clara desventaja para los sectores más pobres y una ventaja definitiva para los estudiantes provenientes de familias acomodadas, padres profesionales, establecimientos educacionales de élite.
2.- Hipótesis.
Si dos instrumentos de evaluación producen los mismos resultados, entonces uno no es mejor que el otro; las diferencias entre los logros de los sujetos no se deben al tipo ni carácter de los instrumentos, sino que razonablemente puede pensarse que las diferencias son anteriores a la medición.
De ser así, solamente quedan dos opciones: (a) los estudiantes tienen mejores o peores resultados según sus “aptitudes”, condiciones innatas y prácticamente inmutables; en otras palabras, se nace así y eso no es una opción; (b) los estudiantes tienen mejores o peores resultados porque han tenido mejores o peores oportunidades, entre las que la más importante parece ser la educación formal a nivel escolar, mejor o peor enseñanza, mejores o peores condiciones sociales.
La aceptación de la opción (a) lleva a fortalecer la idea de un instrumento de alta sensibilidad que de cuenta de estas diferencias innatas; incluso una prueba de ADN podría en algún momento ser la mejor opción. La aceptación de la opción (b) por su parte, lleva a pensar que el mejoramiento de las condiciones y oportunidades que la sociedad otorga a sus jóvenes, redundaría en un mejoramiento de los logros, obteniéndose así una mejor nivelación de la cancha. La evidencia parece conducir a esta segunda opción como la más razonable.
3.- Implicancias y crítica
Implicancia 1: Los resultados no son atribuibles al instrumento, sino que a condiciones previas: las diferencias pre-existen a la medición; las aptitudes son un componente natural de la diferencia entre los humanos.
Crítica: Las aptitudes, al igual que los conocimientos, están condicionadas socioculturalmente; una mejor aptitud lingüística tiene más que ver con el medio donde uno se ha criado que con algún gen específico.
Implicancia 2: El currículum es el mismo para todo el sistema, según la información oficial; consiguientemente, no debería ser factor diferencial;
Crítica: Sabemos que el currículum oficial no es igual al currículum enseñado ni tampoco son asimilables éste y el currículum aprendido. Hay diferencias en la apropiación. Si no las hubiera, no sería necesario seleccionar.
Implicancia 3: El tipo de dependencia de los establecimientos educacionales aparece asociado a la calidad de los resultados; por ende, pueden ser un factor explicativo;
Crítica: Efectivamente, los establecimientos hacen diferencia especialmente en cuanto a nivel organizacional, selectividad, calidad de sus docentes, recursos y equipamiento. Todo ello permite experiencias educacionales diferenciales que se reflejan en los logros de los estudiantes.
Implicancia 4: La igualdad en las oportunidades de acceso a la educación superior es una cuestión básica de justicia en una sociedad democrática. 
Crítica: La igualdad es una falacia, toda vez que los estudiantes no son iguales. Otra cosa es la equidad, que tiene que ver con una estructura de oportunidades que se hace cargo de las diferencias. 
Implicancia 5: Los estudiantes son prácticamente todos adultos, mayores de 18 años, y su progreso o no en los estudios es una cuestión que depende de cada uno, del esfuerzo que pone en el estudio.
Crítica: La edad no es criterio de madurez. El avance en el estudio no es cuestión del propio esfuerzo únicamente sino también es igualmente importante asegurar las mejores oportunidades y condiciones para el progreso y egreso de los estudiantes de sus carreras. 
Implicancia 6: Según la Constitución vigente la educación es responsabilidad y opción preferente de los padres; de allí que el Estado no debe ni puede inmiscuirse en estas decisiones.
Crítica: La responsabilidad de asegurar condiciones de igualdad de oportunidades a los jóvenes debe residir en el Estado, principal agente y responsable de la educación pública.
Implicancia 7: La responsabilidad de asegurar la equidad en las condiciones de acceso, permanencia y egreso, reside en cada una de las instituciones.
Crítica: Especialmente en el caso de las universidades públicas.
4.- En síntesis, cuando se apunta a la PSU como un recurso discriminatorio, hay una doble respuesta. Primero, que efectivamente está diseñado para discriminar entre los sujetos sobre la base de criterios de conocimientos académicos, y sobre ello se tomarán decisiones. Segundo, que, al discriminar, la PSU pone en evidencia las estructuras inequitativas e injustas de nuestra sociedad. De esta forma, las decisiones que se adopten estarán sesgadas y condicionadas por variables que, teóricamente, no deberían ser consideradas. 
¿Podría decirse que la PSU está muerta? No lo sé. Sin embargo, es claro que el sistema sigue vivo y esto es lo realmente amenazante y preocupante.