jueves, 12 de enero de 2017

El discurso de Meryl Streep

La actriz Meryl Streep ha pronunciado un importante discurso con ocasión de recibir el premio Cecil B. DeMille por su trayectoria, durante la ceremonia de entrega de los Globos de Oro. Defendió la causa de los inmigrantes y se opuso con fervor a la crueldad contra los discapacitados. Claramente hubo una referencia a presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, a quien identifica con la política anti-inmigrante y la crueldad con que trató a un periodista discapacitado en una ocasión.

La actriz señaló “La falta de respeto y la violencia incitan a la violencia …. Cuando los poderosos usan su posición para maltratar a otros, todos perdemos".

Su discurso se ha viralizado y lleva ya millones de descargas en las páginas sociales. Diversos personajes se han sumado a las expresiones de Streep. También hay quienes se han opuesto.

Posiblemente quienes se oponen a esta falta de consideración, a la crueldad explícita y brutal, que identifican con Trump y su política, han olvidado que la crueldad ha sido una constante de la política norteamericana en la historia.

Obama, quien por ser afroamericano y demócrata inspiró importantes esperanzas, ha terminado fracasando. Su gran proyecto, el Obamacare –la atención pública universal de salud para los norteamericanos- se ve amenazada en estos días por el congreso de mayoría republicana. Pero al lado de esta iniciativa que favorece claramente al pueblo norteamericano, también el gobierno de Obama ha sido el que más guerras ha emprendido, atacando a más de 130 países y descargando miles de toneladas de bombas.

Recordemos que los Estados Unidos firmaron el acuerdo de constituir el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, pero se retiraron cuando el propio Tribunal les compelió a “cesar y abstenerse … del uso ilegal de la fuerza” en Nicaragua (1984). Seguramente será porque los crímenes de guerra los cometen los otros; ellos, nunca. Para qué hablar de la prisión militar de Guantánamo, en la que no rige el derecho y los prisioneros están a completa merced de sus captores. (Tampoco la Unión Soviética reconoció al Tribunal).

¡¡¡Por favor!!!  No tengamos la ingenuidad del pensamiento dicotómico, propio de ciertas películas: los buenos son completamente buenos y bellos; los malos son completamente malos y feos. Además, los malos suelen ser extranjeros, o negros, o mexicanos, o indios.  Y si los malos son blancos, entonces son italianos, irlandeses … inmigrantes, en fin.

En una entrada anterior sostuve que Trump era mejor carta que Clinton: por lo menos Trump carece de la sutileza de políticos avezados como H. Clinton o B. Obama. Trump tiene la delicadeza de un hipopótamo en una cristalería. Pero al menos sabemos a qué atenernos.

Con las elecciones presidenciales en nuestro país podemos vernos enfrentados a una situación similar. ¿Elegir el brutal descaro del empresario que durante su mandato aprovecha para comprar acciones de una pesquera peruana mientras el tribunal internacional vota a favor del Perú? ¿O elegir la retórica del padre autoritario que nos increpa mientras mueve su dedo amenazante?


Hasta ahora, da lo mismo: todos gobiernan para los mismos, para los dueños de este país, para esas 7 familias que todo lo poseen, todo lo controlan. 

Sólo nos queda el verso de Víctor Jara, "La estrella de la esperanza seguirá siendo nuestra".