La actriz Meryl Streep ha pronunciado un
importante discurso con ocasión de recibir el premio Cecil B. DeMille por
su trayectoria, durante la ceremonia de entrega de los Globos de Oro. Defendió
la causa de los inmigrantes y se opuso con fervor a la crueldad contra los
discapacitados. Claramente hubo una referencia a presidente electo de los
Estados Unidos, Donald Trump, a quien identifica con la política
anti-inmigrante y la crueldad con que trató a un periodista discapacitado en una
ocasión.
La actriz señaló “La falta de respeto y
la violencia incitan a la violencia …. Cuando los poderosos usan su posición
para maltratar a otros, todos perdemos".
Su discurso se ha viralizado y lleva ya
millones de descargas en las páginas sociales. Diversos personajes se han
sumado a las expresiones de Streep. También hay quienes se han opuesto.
Posiblemente quienes se oponen a esta
falta de consideración, a la crueldad explícita y brutal, que identifican con
Trump y su política, han olvidado que la crueldad ha sido una constante de la
política norteamericana en la historia.
Obama, quien por ser afroamericano y
demócrata inspiró importantes esperanzas, ha terminado fracasando. Su gran
proyecto, el Obamacare –la atención pública universal de salud para los
norteamericanos- se ve amenazada en estos días por el congreso de mayoría
republicana. Pero al lado de esta iniciativa que favorece claramente al pueblo
norteamericano, también el gobierno de Obama ha sido el que más guerras ha
emprendido, atacando a más de 130 países y descargando miles de toneladas de
bombas.
Recordemos que los Estados Unidos
firmaron el acuerdo de constituir el Tribunal Internacional de Justicia de La
Haya, pero se retiraron cuando el propio Tribunal les compelió
a “cesar y abstenerse … del uso ilegal de la fuerza” en Nicaragua (1984).
Seguramente será porque los crímenes de guerra los cometen los otros; ellos,
nunca. Para qué hablar de la prisión militar de Guantánamo, en la que no rige
el derecho y los prisioneros están a completa merced de sus captores. (Tampoco la Unión Soviética reconoció al Tribunal).
¡¡¡Por favor!!! No tengamos la ingenuidad del pensamiento
dicotómico, propio de ciertas películas: los buenos son completamente buenos y
bellos; los malos son completamente malos y feos. Además, los malos suelen ser
extranjeros, o negros, o mexicanos, o indios. Y si los malos son blancos, entonces son italianos,
irlandeses … inmigrantes, en fin.
En una entrada anterior sostuve que Trump era
mejor carta que Clinton: por lo menos Trump carece de la sutileza de políticos
avezados como H. Clinton o B. Obama. Trump tiene la delicadeza de un hipopótamo
en una cristalería. Pero al menos sabemos a qué atenernos.
Con las elecciones presidenciales en
nuestro país podemos vernos enfrentados a una situación similar. ¿Elegir el
brutal descaro del empresario que durante su mandato aprovecha para comprar
acciones de una pesquera peruana mientras el tribunal internacional vota a
favor del Perú? ¿O elegir la retórica del padre autoritario que nos increpa
mientras mueve su dedo amenazante?
Hasta ahora, da lo mismo: todos gobiernan
para los mismos, para los dueños de este país, para esas 7 familias que todo lo
poseen, todo lo controlan.
Sólo nos queda el verso de Víctor Jara, "La estrella de la esperanza seguirá siendo nuestra".
Las estrellas no bastan querido Gustavo, habrán mejores opciones en un tiempo más. Personas como Meryl que se atreven a levantar la voz en publco son valores que a veces provocan cambios. La semilla está lanzada.
ResponderEliminarGracias por tu comentario. La estrella tiene un significado simbólico, que representa nunca cejar en la lucha. Los pequeños avances siempre serán valiosos. Pero también es cierto que no debemos ser ingenuos.
ResponderEliminar..Animal Farm.....
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