lunes, 12 de diciembre de 2011

¿RUIDO DE BOTAS?

"Tenemos que estar plenamente preparados con nuestra fuerza militar" declaró el Ministo de Defensa Andrés Allamand (El Mostrador del 10 de diciembre de 2011).

Como ciudadano me pregunto por qué y para qué. El ministro se adelanta y dice que se debe a las cuestiones limítrofes con Perú y Bolivia, a los cuales implícitamente califica de "agresores potenciales" - claro, en otra época fue el turno de Argentina.

Con estas palabras el Gobierno chileno echa por tierra todas sus apuestas iniciales: que somos un país pacífico (ciertamente lo somos, pero ¿el Gobierno?), que somos respetuosos del derecho (casi siempre, hasta que se transforma arma de injusticia), que las instituciones funcionan y que el Gobierno acatará y respetará las decisiones de los tribunales internacionales.

Pero si las cosas son así, ¿para qué tanta preparación militar? ¿O bien no estamos en el centro de la hipocresía cuando el gobierno declara su adhesión al derecho y a la vez se(nos) prepara para la fuerza?

Esta es la primera parte.

Hacia el final del texto, sin embargo, el ministro da un giro y llama a los políticos y al gobierno a estar atentos, haciendo referencia a la situación interna y aludiendo a un tsuami ciudadano: "impresiona que los partidos se enfrascan en disputas internas o en polémicas que nadie entiende, sin asumir el tsunami ciudadano que se les viene encima".

Y ahora surge con mayor fuerza la pregunta: ¿para qué la fuerza militar? ¿será que se preparan para defender al país de estos agresores externos que han ido a los tribunales internacionales en lugar de movilizarse?

O más bien, ¿no será que se preparan para enfrentar el tsunami ciudadano: contra los estudiantes, los trabajadores, las minorías etnicas, los deudores habitacionales, los estafados de La Polar, los abusados por las Isapres? Es posible que los Labbé, los Krasnov, los Rodríguez, los muchachos de Chacarillas estén pensando en lo mismo, sonriendo y frotándose las manos.

Educarnos como ciudadanos significa estar conscientes de quién es el enemigo del pueblo chileno, y que ese enemigo no está fuera de las fronteras. Pero tambien, educarnos significa movilizarse, crear conciencia, estar atentos y preparados para reaccionar ante cualquier intento de aventura militarista, ya sea interna como externa.

Educar para la paz es tanto accion como discurso. Y si hay que elegir, entonces que sea acción que haga carne y sangre el discurso de la paz.

3 comentarios:

  1. Gustavo interesante tu mirada y no deja der ser preocupante que las señales que está dando el gobierno tengan una doble lectura..

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  2. Sí, es muy dudoso todo y a cada dicho de estos individuos no cuesta nada rebatir. Son argumentos tan mal hechos que da pena. Pero mi pregunta es...¿Si estamos tan de acuerdo en lo absurdo que resulta escucharlos...cómo llegaron ahí? . Me queda una sensación de que todo es mentira, todo lo que se enseña en lógica elemental, en ética, en lo que sea.

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  3. Soy my nueva en ésto, y no conozco completamente su opinión...pero me gustaría saber, y sinceramente, como ve usted la liberación de los presos políticos de Cuba?...a veces, pienso que la bota en la que fue la URSS, en Korea del Norte o en China, pesa y duele tanto como la de Chile...y por favor, no crea que ésto tiene u perfume sutil a defensa, solo quiero entender la visión de mentes lúcidas, tengan la postura que tengan...
    Marión

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