Todos
los años junto con la celebración de la fiesta nacional, el 18 de septiembre, se
celebra al día siguiente el “Día de las Glorias del Ejército”. Así cada 19 de
septiembre asistimos a la exhibición desvergonzada de un poderío militar que,
supuestamente, debería llenarnos de orgullo a los chilenos y de respetable
temor a los vecinos. Cada año se exponen impúdicamente armas y equipamientos
que han costado miles de millones de dólares, los cuales han sido expropiados
al pueblo chileno.
En este desfile o "parada" en primer lugar, pasan las escuelas formadoras. A continuación las
Fuerzas Armadas desfilan, organizadas en “escalones”, las fuerzas armadas de tierra (Ejército), las fuerzas armadas del mar
(Armada) y las fuerzas armadas del aire (Fuerza Aérea).
Ahora
quiero hacer una propuesta para evitarnos a todos el bochorno de la impudicia
de esta exhibición. Que se queden en sus cuarteles jugando a la guerra con sus
carísimos juguetes que les hemos regalado (aunque no voluntariamente).
La
propuesta es la siguiente.
Que desfilen en primer lugar, en reemplazo de las escuelas de formación militar, las fuerzas del futuro. Desfilarán los niños, los bebés en sus cochecitos empujados por sus madres y padres, los niños del kinder, los escolares, los universitarios, los estudiantes de música e ingeniería, todos los y las jóvenes.
Que
el segundo escalón esté compuesto por las fuerzas
del trabajo: los obreros y
campesinos, los pescadores y artesanos, los profesionales, los sindicatos, las
asociaciones de profesionales, las cooperativas de trabajo, los cartoneros, los
mineros del cobre, los trabajadores de la salud, los educadores, los médicos y
camilleros.
Luego, el paso de las fuerzas de la
solidaridad. Aquí desfilarán todos los voluntariados, las damas de
rojo y todos los colores del arcoíris, la cruz roja, los bomberos, las juntas
de vecinos y los clubes deportivos, las ONGs, Greenpeace y Salvemos a las
Ballenas.
En
último lugar el escalón de las fuerzas
de la creatividad, compuesto por los artistas, los poetas, los payasos y
saltimbanquis, los filósofos, músicos, matemáticos, los científicos y los
diseñadores, los fotógrafos y las bailarinas.
Para
el acompañamiento musical no tocarán las bandas sus ritmos un-dos un-dos un-dos
que llaman a la batalla. Se escucharán sones alegres, tonadas y sirillas,
trotes y resbalosas, coronando todo con el Gracias a la Vida de la inmortal
Violeta.
¡Ahora
sí que me gustará el 19 de septiembre, día de las glorias del trabajo, la
solidaridad, la creación y el futuro!
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