La idea de los estilos de aprendizaje en la escuela surge principalmente
de dos focos: (a) los intentos de sistematizar experiencias docentes
relacionadas con por qué algunos sujetos aprenden mejor de una manera y otros de
otra; (b) la construcción de una imagen de una escuela que se hace cargo de la
educación de sus estudiantes en forma diferenciada, individualizada o
“personalizada”.
Sin contar con un respaldo teórico, los estilos de
aprendizaje han sido estudiados a partir de descripciones emergentes y su
popularidad se ha extendido gracias a los expertos en coaching, que utilizan
los recursos taxonómicos propuestos. Un ejemplo clásico son los trabajos de De
Bono como los seis sombreros para pensar o los seis zapatos para actuar.
Entiendo que lo que hay de fondo es una defensa de la
individualidad y del sentido de la diferencia - cada uno en su individualidad
es diferente a la vez que igual a los demás. Esa identidad se refleja en el
aprendizaje en las formas específicas de aprender. Consiguientemente, cualquier taxonomía de
estilos que sea razonable y no vaya mucho más allá del sentido común, podrá ser
utilizada si dispone de un buen dispositivo retórico con que convenza, no de su
veracidad (cuestión por lo demás imposible) sino de su verosimilitud, es decir,
de su apariencia de verdad.
El mito en la escuela.
Hablamos del “mito de los estilos de aprendizaje” no porque
la teoría carezca de respaldo, sino porque su realización en la práctica del aula
la invalida.
Atendiendo a que se trata de aprendizaje, la escuela no
puede menos que incluir los estilos en su retórica, pero no necesariamente en su
práctica.
En efecto, la práctica de la escuela asume que todos
aprenden de la misma manera. Y si se pide explicación de la no consideración de
los diversos estilos, se responde que es muy difícil o complejo o no hay
recursos o no se puede evaluar o no sería justo.
En efecto, el aula común y corriente procede como si todos
los estudiantes fuesen iguales. La consideración de los estilos de aprendizaje
es nula.
Hay razones para ello: la cantidad de estudiantes, la falta
de tiempo, la escasez de los recursos, la falta de preparación.
Sin embargo, en el fondo, se trata de una institucionalidad
para la cual no existen las diferencias entre los estudiantes ni, por consiguiente,
la necesidad de considerarlas en la planificación de la enseñanza, su
ejercicio, ni tampoco en la evaluación. No es solo cuestión de los docentes: es
la ideología pedagógica que subyace a todo y finalmente instala los criterios
de lo correcto y apropiado.
La ideología implicada en el currículum, por lo demás, se
orienta a producir la convergencia. Es decir, no sólo es cuestión de actuar
como si las diferencias no existieran, sino que se trata de modelar a los
estudiantes (a los profesores, a la sociedad en general) de una manera
determinada. Las diferencias se transforman en un obstáculo a suprimir y
superar, y no en una fuente de riqueza para los estudiantes y la propia escuela.
La contradicción se revela en el aula clásica con un modelo
de enseñanza que convierte a los estudiantes en receptores y no productores de
conocimiento. Los forma como obedecedores de normas y temerosos del castigo
antes que como dialogantes que acuerdan patrones de actuación. La evaluación
que pone opciones de respuestas posibles de las cuales sólo es correcta la que
decide la autoridad del profesor. El autoritarismo del aula fomenta respuestas
de conveniencia frente al profesor y oculta las propias preferencias: es decir, se convierte en una fuente de
hipocresía. Una escuela que enseña que es malo ser diferente, que castiga (y
efectivamente castiga) la diferencia.
La escuela para el mercado y la democracia.
¿Qué mejor formación para sujetos que vivirán en la sociedad-mercado? No importan el rango ni el contenido sino que se lo aprenda (lo
compre, en la vida real) y lo pueda hacer evidente de manera constante y
sistemática (como consumir, endeudarse, pagar y reiniciar el ciclo) ¿Alguien
podría dudar de esta práctica?
Y en cuanto a la democracia, ¿no es que las democracias
liberales, y "protegidas" como la chilena, funcionan mejor cuando
todo está en orden? Es decir, cuando todos están alineados en una sola forma de
hacer las cosas, cuando todos reconocen a la autoridad y que "las
instituciones funcionan", que el orden es mejor que el caos, que conocer y
obedecer la respuesta oficial es mejor que hacer preguntas incómodas y ser
incorrecto en la conducta.
Así
las cosas,
lo de los estilos de aprendizaje no es sólo un mito, sino que una mentira
explícita.
Estoy de acuerdo contigo en que la escuela como aparato escolar es una institución conservadora. pero, también creo que en la educación universitaria se hacen esfuerzos interesantes por resituar el aprendizaje reflexivo en el centro de la vida académica. Este aprendizaje crítico-reflexivo es opuesto a una visión funcional de la escuela.
ResponderEliminarNo niego los muchos intentos que se hacen, solamente destaco que la línea de profundidad es otra. Comparto contigo que es necesaria la resiste cia activa, empoderando a nuestros jovenes y a nosotros mismos para abrir paso a nuevas formas de educación.
EliminarSaludos cordiales...En una escuela más allá de sus objetivos se tiene la misión de trasmitir y/o comunicar conocimientos verdaderos para que el educando desempeñe un rol importante en el proceso de desarrollo de su Estado. Pero al extraer muestras de dicho proceso se ve el reclutamiento de educandos para seguir una monotonía que procura limitar el crecimiento de sus conocimientos y/o saberes. Y dependiendo de la visión, misión, objetivos que persiga cada escuela trascienden los estilos de aprendizaje que en su retórica son inválidos, de lo cual rescato que “es un apoyo alternativo de aquel soñador que a pesar de sus limitaciones pretende recibir conocimientos”(limitaciones no solo físicas) y del que penosamente los actores del mercado y la democracia obtienen su mejor beneficio.No se que opinión tenga al respecto, sin embargo esta es una apreciación que realizo al ver,oir,consultar y conocer a algunas personas en algunas regiones de Bolivia. Atte.Silvia Parra
ResponderEliminarEstimada Silvia.,
EliminarGracias por sus saludos y sus comentarios. No estoy completamente de acuerdo con Ud. En efecto, una escuela no tiene que transmitir o comunicar: esa es la visión bancaria de la educación, como dice Freire; pero esa visión no implica que el estudiante se empodere para el pensamiento autónomo y crítico, que es lo que todos quisiéramos para la construcción de nuestra ciudadanía. Por otra parte, Ud. habla de “conocimientos verdaderos”; me pregunto cómo se llega a establecer que un conocimiento es verdadero si no es por la convención en una sociedad dada. Sabemos que con el paso del tiempo lo que fue verdadero en una época dejó de serlo después. Hoy estamos en una época dada pero no hemos llegado al final de la historia; por tanto lo que hoy consideramos “verdadero” después no lo será más. Lo que la escuela enseña son los saberes socialmente considerados válidos y relevantes por los grupos de interés que controlan el poder y el contenido de la enseñanza. Finalmente, quiero señalar que ni el mercado ni la democracia son entidades absolutas instaladas para siempre. Son formas de organización de una sociedad controlada por la fuerza y el dinero, es decir, por los grupos que lo tienen. Pero puede ser de otra forma. Personalmente aspiro a ello: una sociedad donde un hombre o una mujer valgan por ser tales y no por su valor de transacción en el mercado; donde la democracia sea más que un voto cada cierto número de años para elegir y re-elegir a los de siempre.
Atentos saludos
Gustavo
Agradezco la atención prestada a mi comentario, y no con el fin de favorecer ni contradecir sus palabras pero al no existir la verdad absoluta(John Dewey 1859-1952) y que dados los estilos de ensenanza que imparten los docentes equivoca o inequivocamente es dificil afirmar que se obtuvieron pésimos resultados con la forma de enseñar que adoptaron porque aun estaba y estamos en la búsqueda de la verdad para ensenar
Eliminary aprender. Sin embargo considero que no se esta lejos de estar a tiempo de mejorar las capacidades y actualizar nuestros aportes a la educacion. Y estar totalmente de acuerdo en impartir solo educación bancaria no es mi afirmacion aunque me parece que genera aportes en ciertas asignaturas como por ejemplo el aprendizaje de un idioma en particular aunque estos en la actualidad contextualizan contenidos y formas de enseñar.En efecto no se trata de enseñar por enseñar y como lo indica Max Weber en la Politica como vocación, aplicar conocimientos por vocación y pasión(se vive de la política o se hace política), considero que de este tipo de afirmaciones surgen los estilos de ensenanza-aprendizaje que emergen a raiz de necesidades y oportunidades aprovechables para unos, beneficioso para otros y reprochable para quienes miran el futuro.
Sr. Hawes...dentro de los estilos de aprendizaje que usted expone en su blog, considera que la misma surge de 2 focos: a)sistematizacion de experiencias docentes, relacionado del por que algunos sujetos aprenden de una manera y otros de otra. b)la construccion de una imagen de una escuela que se hace cargo de la educacion de sus estudiantes en forma diferenciada.
ResponderEliminarPersonalmente pienso que un tercer foco que deberia estar sujeto de analisis, esta relacionada con la parte emocional del estudiante, ya que una persona que no tenga la capacidad "psicologica" de discernir lo explicado o expuesto por el docente, no podria ser parte del sistema de aprendisaje de la educacion, el cual deberia buscar despertar un interes tomando en cuenta el momento mental del estudiante y de esta manera dismuir la probabilidad de generar vacios academicos.Atte. Federico Pabón Morales
Estimado Federico:
EliminarGracias por su comentario. Comparto con Ud. la apreciación sobre la importancia de la emocionalidad en el proceso educacional y, especialmente, en el aprendizaje. Podemos tener alguna diferencia en qué entendemos por emocionalidad. Personalmente, me satisface la expresión de Humberto Maturana quien la concibe como un estado orgánico que nos predispone a ciertos campos de acción y no a otros. Un estudiante que vive en la frustración y la desesperanza de la pobreza posiblemente esté en una emocionalidad que no le predispone para el aprendizaje de una escuela que no responde a lo que él o ella es, a lo que es su comunidad y la historicidad en que vive. Podemos intervenir esa emocionalidad? Posiblemente, si contribuimos a que las personas tomen conciencia de la misma y de qué la produce: entonces encontraremos razones para luchar por la superación de un estado de cosas injusto.
En cuanto a la emocionalidad “local”, normalmente se la conoce como motivación y existen técnicas para manipularla, por ejemplo por la vía del premio o de la amenaza. Sin embargo, este tipo de estimulación es de corto efecto y no arraiga en la profundidad de las convicciones de las personas.
Atentos saludos,
Gustavo
La atención a la diversidad y a las diferencias de las y los estudiantes posibilitaría la inclusión y como usted mencionó el enriquecimiento en el aula de las capacidades, habilidades, saberes, conocimientos de manera individual o colectiva. Bueno otro punto al que hago referencia es que si en los sistemas educativos se sigue la línea de la ideología pedagógica de modelar a las y los estudiantes de una determinada manera, reforzar constantemente y poner en práctica los conocimientos adquiridos de manera general en la escuela dependerían del estudiante, en caso de los escolares es muy importante el apoyo de la familia para obtener un aprendizaje efectivo.
ResponderEliminarSaludos
Estimada Angelina:
EliminarUd. pone el tema de la inclusión, que es sumamente rele-vante. Ahora bien, el término inclusión puede utilizarse con diferentes significados: desde la inclusión aplicada a niños y niñas con problemas especiales de aprendizaje (como niños con síndrome de Down, por ejemplo) hasta la inclusión de los grupos tradicionalmente exiliados de la formalidad del sistema, como sucede con los grupos étnicos minoritarios, con las mujeres, con los más po-bres. Pero no siempre la inclusión obedece a criterios de generosidad: la inclusión como incorporación a la ma-quinaria de la producción del gran capital industrial, financiero y extractivo. Esta forma de inclusión tiene un claro sesgo, como puede entenderse.
En relación a la familia, siempre será necesario su apoyo. La pregunta es qué apoyo: apoyo para que los hijos e hijas se inserten con eficiencia en la maquinaria produc-tiva como un perno más, o apoyo para que hijos e hijas conserven sus identidades y las proyecten para un futuro mejor para ellos mismos. El aprendizaje efectivo podrá entenderse entonces como un aprendizaje que sea emancipatorio antes que esclavizador y funcionalista como la escuela que hoy tenemos.
Saludos atentos,
Gustavo
Señor Gustavo Hawes, muchas gracias por su respuesta, actualmente en Bolivia el termino Inclusión hace referencia al criterio de generosidad, asumiendo a la diversidad poblacional y las personas que habitan el país a partir de ello pretende brindar una educación oportuna y pertinente a las necesidades, expectativas e intereses de todos los habitantes con igualdad de oportunidades y equiparación de condiciones, sin discriminaciones. Aparentemente el Gobierno no pretende direccionar la educación ni el trabajo al Sistema Capitalista al contrario está dirigido al Sistema Socialista, sin embargo perceptible y mentalmente la población considera que el aprender o formar parte del sistema educativo guiará al desarrollo de actividades que permitan el sustento económico individual o colectivo en caso de las familias o para las familias por lo que el ciclo de sociedad mercado indirectamente se pone en práctica. Por último el sueño de toda familia es que los sucesores tengan una educación conservadora en valores, de formación independiente y en beneficio personal.
EliminarEn Bolivia con la incorporación de la Ley Avelino Siñani la educación se dirige a la formación Comunitaria y Liberadora a parte de otras bases esperando resultados socioproductivos a favor personal y a la vez comunitario de la población boliviana.
Saludos
Sr. Hawes: Es cierto que los sistemas educativos actuales han ahondado la presunción de que “todos aprenden de una misma forma”. Bajo este enfoque considero que se han desaprovechado espacios importantes que hubieran contribuido a una integración socio-cultural saludable y necesaria en la educación superior especialmente, más aun cuando se observan marcadas tendencias de inclusión social a distintos niveles. Este hecho se constituye en un reto para las autoridades pertinentes para comenzar a elaborar propuestas de educación diferenciada que consideren los intereses de los estudiantes y que exploten sus capacidades individuales y grupales en el marco de los contenidos programáticos de educación superior.
ResponderEliminarHola Walter.
EliminarEstamos de acuerdo en lo que señala respecto de la ten-dencia a la homogeneización que representa la escuela en nuestras sociedades. La escuela puede generar espacios de desarrollo e innovación para el crecimiento de las per-sonas y comunidades. Pero es difícil porque la escuela representa una institucionalidad sumamente rígida.
En el caso de la educación superior las posibilidades de articular nuevas oportunidades son mayores que en la escuela tradicional. Sin embargo, no es tarea de las auto-ridades solamente: entendemos en mi universidad que el cambio es una iniciativa del conjunto de la comunidad universitaria. Una universidad democrática descansa en la voluntad y la capacidad de negociación de todos sus actores. Apoyarse únicamente en las autoridades no sólo significa poner sobre ellas una carga inmensa sino que, más grave, significa renunciar al derecho y deber de to-dos los universitarios de tomar a la universidad en sus manos y hacer de ella una respuesta más auténtica a las necesidades del país y de la sociedad multicultural, como la boliviana.
Saludos atentos,
Gustavo
Sr. Hawes:
EliminarGracias por hacerme notar el importante rol que juega la comunidad universitaria en el mejoramiento de la educación superior. Creo que la “Universidad democrática” que usted menciona, es el eje fundamental transformador, es la instancia que promueve la participación responsable de todos los actores comprometidos en mejorar la calidad de la educación. Y considero que, es esta participación democrática la que debiera sentar las bases para buscar la educación en la diversidad, sin pretender llegar a una educación individualizada, porque, como usted menciona, no existen los recursos, ni tiempo, ni capacidad. Pero, en una sociedad tan diversa como la boliviana, en la que algunos sectores sociales anteriormente olvidados comienzan a ser tomados en cuenta en la construcción de una nueva realidad nacional, hace necesario buscar enfoques innovadores de inclusión en la educación, y las universidades son los mejores escenarios para promover estas acciones.
Atentamente.
Walter Acarapi.
Sr. Hawes: Le dirijo un cordial saludo.
ResponderEliminarEn el texto descrito usted menciona que "Es malo ser diferente, que el autoritarismo del aula castiga la diferencia"; sin embargo a través de los años se ha demostrado que la riqueza del ser humano esta en la individualidad de pensamiento, lamentablemente la enseñanza aun es impartida de manera general y global, ignorando al estudiante como individuo y englobándolo en un grupo; sin permitir de esta manera el desarrollo de ciertas aptitudes que puedan generarle mayores competencias a futuro.
Sin embargo la educación universitaria me ha demostrado que a pesar de la ideología de moldear al estudiante de una manera determinada, lo mas importante es la autoformación para ser un profesional competente y autosuficiente ¿; en el cual la institución solo nos brinda las bases y las guías correspondientes para aquel que quiera ser competente amplié su campo en el marco de conocimiento, preparación e investigación.
Friedrich Nietzsche dice: Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo.
Y ser un individuo pensante es el mayor privilegio que la humanidad puede tener.
Atentamente.
Carla Gonzales
Hola Carla.
EliminarGracias por sus comentarios. Veo que compartimos muchas opiniones. Efectivamente una de las riquezas del ser humano está en su individualidad pero no solamente en ella: esta individualidad tiene sentido en la medida en que se constituye en la relación. Entonces el grupo puede ser entendido de dos maneras: como una masa en que las individualidades se pierden por completo, o como una construcción en que las individualidades cobran sentido en la construcción de un destino común.
La vida universitaria tiene la posibilidad de esta construcción de comunidad, es decir, un colectivo en el que cada uno se construye y constituye, pero no por sí mismo sino que en la relación con el otro y la construcción de la humanidad.
¿Ningún precio es demasiado alto por el privilegio de ser uno mismo? Por ejemplo, pasar por encima de los demás, explotándolos, oprimiéndolos, reduciéndolos a piezas de la maquinaria, concibiéndolos en la única dimensión del consumidor? Si la construcción de la individualidad pasa por la destrucción del otro, entonces definitivamente no estamos de acuerdo.
Quisiera plantearte lo siguiente, Carla: frente al individualismo rabioso de Nietzsche, podemos concebir la individualidad como la expresión de quienes somos frente al otro. Como diría M. Buber: “porque existes tú, existo yo”. No puedo ser quien soy sino frente a ti, frente a este otro que también es un yo que se constituye. Esta dialéctica es mucho más radical –entiendo– y significativa que la relación agónica y negadora del individualismo.
Atentos saludos
Gustavo
Sr. Hawes: Un gusto nuevamente.
EliminarDebo decir que me encanto la replica que me hace al decir "Frente al individualismo rabioso de Nietzsch" me hace analizar la fuerza de sus palabras; en verlas como un verdadero individualismo rabioso, o una apreciación salvaje de su individualidad, todos queremos ser valorados y apreciados por lo que somos realmente, es por eso que el "El porque existes tu, existo yo" es tan valido; pero si nosotros no nos valoramos ni amamos como individuos,¿porque otro lo haría?.
Cuando hablo del valor del individualismo no quise referirme a pasar sobre los demás, con opresión; me refiero a que si uno como individuo sabe valorar su trabajo, su esfuerzo y el sacrificio personal que ha hecho para llegar hasta donde ha llegado, es este individualismo el que nos da una posición no solo frente a alguien, si no frente a nosotros mismos, es este individualismo el que nos hace valorarnos y apreciarnos de tal manera que queramos dar un aporte productivo a nuestro entorno, a nuestra sociedad.
Porque empezando de uno mismo se genera el cambio, porque empezando de mi existencia y mi progreso personal, puedo ayudar a un grupo a salir adelante y permitir que este grupo me lleve con el. Porque a partir de mi individualismo quiero enseñarles a otros que se aprecien a si mismos, que se den el valor necesario para no temer a la vida y no sentirse insuficientes ante las oportunidades que se presenten.
Atentamente.
Carla Gonzales.
Hola Carla
EliminarDistingamos entre individualismo e individualidad o individuación si prefieres. Entiendo que el individualismo pasa por la negación del otro y la afirmación del sí mismo; en su expresión extrema se llama narcisismo. El sentido de la individualidad es saberse uno mismo quien es, pero sabiendo a la vez que no puede ser sino frente a, y con otro(a). No existimos en la soledad monádica (Leibniz) del individuo, sino en la identidad construida en la comunicación con los otros. Ser individuo es tener sentido y presencia como uno mismo frente a una comunidad o colectivo para quienes eres significativa(o) y que a la vez es significativo para tí
Un abrazo
Distinguido Prof. Hawes:
ResponderEliminarUn saludo a la distancia y antelado agradecimiento por la atención que solicito tengan mis interrogantes futuras.
Atte.
Eulogio Chipana
También para Ud. un saludo a la distancia, Eulogio. Espero con ansias sus interrogantes para poder instalar una conversación.
EliminarSaludos cordiales,
Gustavo
la formación en la educacióna lo largo de los años ha ido cambiando, creando o formando cierto tipo de estándares. Lastimosamente se quiere encasillar a los estudiantes en una sola ideología pedagógica, modelandolos a cierto tipo de criterios hoy en día debemos ampliar nuestra forma de pensar, y dejar que los estidiantes pueden expresar sus ideas y también sus conocimientos de esta manera se puede llegar a generar un mayor interés por parte del estudiante de aprender por gusto y no por obligación
ResponderEliminarEstimada Andrea
EliminarA lo largo del tiempo la educación o, mejor dicho, la escuela ha sido funcional a los grandes grupos de interés (el poder, la religión, el dinero).
Comparto plenamente su opinión que “hoy en día debemos ampliar nuestra forma de pensar, y dejar que los estudiantes pueden expresar sus ideas y también sus conocimientos” – la libertad como condición para la construcción de conocimiento relevante y significativo.
Sin embargo, sospecho que se mantiene una mirada de convergencia cuando Ud. señala que así “se puede llegar a generar un mayor interés por parte del estudiante de aprender por gusto y no por obligación”. La pregunta que me hago es ¿aprender qué? ¿El currículum oficial de la escuela? ¿La funcionalidad para insertarse con eficiencia y completa ausencia de criticidad en el aparato productivo y represor?
Creo que debemos generar condiciones para que los estudiantes aprendan con gusto, está bien, pero principalmente que aprendan significativamente los elementos de la cultura, los apropien y los hagan relevantes en sus propias vidas, se sirvan de ellos como una palanca para su propia liberación y constitución como una nueva expresión de una sociedad mejor.
Saludos atentos,
Gustavo
Señor Hawes...cuando me refiero a que los estudiantes aprendan por gusto y no por obligación...me refiero a que muchos de ellos solo aprenden para el momento....para aprobar la materia, aprobar el examen y por ende para aprobar el curso... (claro no todos)...cuando sabemos que uno como persona y o estudiante debe aprender para ser una persona de bien con una forma de pensar y actuar diferente a los demas...como dice Paulo Freire: la educación no cambia al mundo...cambia a las personas que van a cambiar al mundo....algo muy sencillo pero que nos hace pensar mucho.....un saludo cordial.
EliminarEn Bolivia, la educación luego de la Reforma Educativa de 1996, que sostenía un currículum basado en competencias y además proponía una educación individualizada, fracasó. Algunos piensan como usted, las condiciones no lo permiten y en la práctica se sigue llevando una educación clásica donde los estudiantes son meros receptores. Hoy se plantea una educación descolonizadora, productiva, comunitaria, que orienta a recuperar la identidad de los pueblos, dejar el consumismo atrás y construir una educación comprometida con la Madre Tierra (Pachamama). ¿Qué opina usted? ¿Cree que esta nueva propuesta atiende las necesidades de las mayorías olvidadas? ¿Será más efectiva la educación en el nivel superior?
ResponderEliminarGracias Juan por su aporte y el desafío que contienen sus palabras.
EliminarEl currículum por competencias, orientado a la funcionalización creciente a los intereses de la empresa y el mercado, es sólo una forma más eficiente del modelo clásico en que el estudiante es un mero receptor. La metáfora del alfarero es clarísima al respecto: el barro no tiene nada que decir si es convertido en una olla o en una lámpara. Es el alfarero quien decide. Si concebimos a los estudiantes como el barro, está claro que lo único que les queda es conformarse a las expectativas del Gran Alfarero (como el mercado, por ejemplo).
Comparto plenamente la noción general de la “educación descolonizadora, productiva, comunitaria, que orienta a recuperar la identidad de los pueblos, dejar el consumismo atrás y construir una educación comprometida con la Madre Tierra (Pachamama)”. Es lo que Freire denomina un sueño auténtico (Pedagogía de la Indignación). Pero, cuidado: hay quienes sueñan otros sueños. Por eso no basta con declaraciones: necesitamos acciones que se encaminen estratégicamente hacia la nueva sociedad que aspiramos los pueblos latinoamericanos. Pero, cuidado: hay quienes “sueñan” una América Latina que siga como está. Ud. y sabemos quiénes son los soñadores de esos “anti-sueños”.
Saludos cordiales,
Gustavo
La construcción de una pedagogía que posibilite y permita la individualidad es un desafió de dos actores vitales, el maestro y los estudiantes.
ResponderEliminarEl maestro tiene el reto de generar espacios, oportunidades y dinámicas que acerquen el ejercicio de la docencia que viabilice la individualidad desde el punto de vista del respeto y potenciamiento del individuo, como ser único y capaz de desarrollar y fortalecer su individualidad cultural, social y educativa. Por supuesto que esta labor debe romper con moldes y realidades institucionales que anulan el principio de la singularidad.
El otro actor, los estudiantes, deben ser consecuentes con el espíritu de libertad y rebeldía intelectual. Ellos son los llamados a no conformarse con ser meros receptores de una institucionalidad que solo busca encajonarlos en los moldes que existen para que el sistema perdure y se regenere sistemáticamente. El estudiante debe exigir y ejercer sus modos y capacidades individuales en el proceso educativo.
Son estos actores que deben ser capaces de destruir moldes y transformar la institución educativa, sin importar edades y latitudes.
La Paz, Bolivia.
Estimada Paola, ¿qué puedo decir sino que comparto plenamente lo que Ud. señala?
EliminarSolamente podría sugerir que ampliemos la mirada: no es sólo cuestión de maestro y estudiantes. Es una cuestión de todos. La educación es algo demasiado importante para dejarla confinada a los muros de la escuela. En la educación nos jugamos nuestro destino como pueblos, como comunidades, como sujetos.
Aprecio la noción del joven, del estudiante, como un ser intrínsecamente rebelde. No se trata de una rebeldía de destruir alocadamente cualquier cosa que huela a opresión. Una rebeldía que se construye en la generosidad, y en la aspiración de un mejor destino para todos. Como dijo alguien (no recuerdo bien quién): Ser joven y no ser rebelde es una contradicción incluso biológica. Y la juventud no es cuestión de años solamente.
Saludos atentos,
Gustavo
Señor Hawes, valoro su trabajo sin embargo lastimosamente no pienso necesariamente como algunos antecesores, personalmente creo que de hecho la educación individualizada y a buscar las condiciones intelectuales de cada estudiante, sobre todo en el nivel superior, no es sino, una utopía; asimismo pienso que la realidad es que en los niveles superiores el docente no busca moldear a sus estudiantes, únicamente creo que les da las pautas doctrinarias de conocimientos; en una revolución del sistema de enseñanza constructivista como debiera venirse aplicando en los centros educativos , nace por iniciativa propia del instruido investigar, incursionar, cuestionar las enseñanzas del docente pero obviamente sobre un propósito constructivo, ello conllevara a una competencia de perfeccionamiento individual, que el docente debiera tener la capacidad de motivar en sus instruidos.
ResponderEliminarEn cuanto al mito de los estilos de aprendizaje, inicialmente considero, que debiera discriminarse el tipo de educación, pues obviamente, no podríamos evaluar el sistema de la educación superior así como el de la educación inicial desde un mismo enfoque; particularmente creo que los conceptos planteados tiene que ver con la educación inicial, donde necesariamente se requiere calificar las potencialidades, fortalezas así como las debilidades individuales de los educandos, con un propósito de equilibrar las condiciones entre todos; Sin embargo, pienso además, que debiera tomarse en cuenta también en estos niveles las realidades personales de los estudiantes, condicionantes tales como los hábitos individuales y factores sociales, económicos, políticos, etc., etcétera. Atte. Víctor Barco Valverde
Hola Víctor.
EliminarAprecio inmensamente su reacción, particularmente en lo que tiene de crítica y confrontación intelectual. Entiendo que ambos, Ud y yo, buscamos lo mejor para nuestros pueblos. Ciertamente es una utopía pretender la individualización completa del proceso educativo. Más aún, considero que sería un profundo error. Un aspecto clave de un proceso educativo auténtico tiene que ver con la construcción de comunidades y sociedades, de donde un foco puramente individualizado es la negación misma de ello.
Ud. pone también el inmenso desafío para el docente, puesto que se nos pide (soy un docente) no sólo que tengamos ideas claras sino que, en el momento de la enseñanza, seamos capaces de renunciar a ellas o, cuando menos, ponerla en paréntesis para dar lugar a otras voces, a otras miradas, a otros silencios. Ser cuestionados es nuestra máxima aspiración: estamos formando seres críticos y autónomos. Pero a la vez es una fuente de tremendo conflicto puesto que un docente auténtico está permanentemente expuesto, con toda su fragilidad, a la crítica que no sólo debe aceptar sino que incentivar. No es fácil ser un auténtico docente, ciertamente no.
En cuanto al tema del mito de los estilos de aprendizaje, lo que planteo es que, independiente de su consistencia teórica (como la teoría de las inteligencias múltiples de H Gardner), lo que hace la escuela es negarlos. Peor aún: por una parte declara la escuela el respeto a las individualidades de sus estudiantes, pero sus prácticas son completamente lo contrario. Por eso afirmo que no sólo es un mito sino que un engaño.
Espero sus reacciones.
Saludos atentos,
Gustavo
-"Maneras distintas de aprender" y "Escuelas con programas personalizados".
ResponderEliminar-Afirmaciones que las apoyo.
-Individual o colectivamente se aprende.
-Basado en herramientas que aproximen, lo más posible, a la realidad de los objetos que permitan acciones eficientes y eficaces en el desarrollo social y profesional.
-Lo anterior implica dejar "autoritarismos" y dar curso a una Educación Democrática.
Atte. Eulogio Chipana
Hola Eulogio.
EliminarMe agrada saber que Ud. tiene posiciones bien definidas frente al tema. Más me agrada su última expresión: “dejar "autoritarismos" y dar curso a una Educación Democrática”.
No obstante, creo que deberíamos profundizar algo más. En efecto, no sólo debemos estar en condiciones de declarar nuestras posiciones y opciones sino que, principalmente, estar en condiciones de proporcionar los argumentos y respaldos de las mismas.
En efecto, ¿se puede aprender individualmente solamente? ¿se puede aprender colectivamente? ¿es posible concebir un aprendizaje únicamente individual? ¿o únicamente colectivo? ¿Cuáles son las condiciones para un aprendizaje auténtico? ¿Qué es o cómo concebimos un aprendizaje auténtico?
Si no estamos –Ud. y yo– en condiciones de dar razón de lo que afirmamos, argumentando y respaldando nuestras afirmaciones, y pretendemos que los demás las acepten de manera acrítica, entonces todavía no hemos salido del autoritarismo que tanto criticamos.
Quedo a la espera de sus reacciones.
Atentos saludos
Gustavo
La educación se encuentra en constante evolución, por lo tanto, es muy cierto, que los enfoques que se tenía sobre la manera como se impartían los conocimientos y sobre la manera como se veía la educación en el pasado hayan cambiado. Así como la vida debe autorrenovarse, creo que la educación debe ser de igual manera; claro está, dejando de lado la educación retrospectiva. Desde mi perspectiva, una educación como resultado de una herencia del pasado, requiere de transformaciones constantes y creativas, rescatando solamente lo que pueda contribuir a futuro, basándose en las necesidades de una educación cada vez más exigente, no es fácil pero requiere de un esfuerzo de todos los involucrados.
ResponderEliminarEstimada Stephanie.
EliminarEncuentro muy pertinentes sus palabras, especialmente la visión que Ud. aporta respecto de la necesaria evolución y renovación de la educación en la historia. No podría ser de otra forma, puesto que la educación es una forma de la historicidad o manera de verse en la historia de una sociedad. Una educación retardataria, basada en el autoritarismo y en la convicción que los estudiantes sólo deben aprender (o sea, que nada tienen que aportar), refleja una sociedad que puede ser muy moderna en los artefactos que utiliza, pero que es intrínsecamente conservadora.
Hay que mirar al futuro, estoy de acuerdo con Ud. Ahora me pregunto por cuál futuro, por cómo es la forma de sociedad y de vida que Ud. modela en sus sueños. Conversar los sueños, compartirlos y construir un sueño compartido es una de las claves de la educación: somos educadores porque pensamos que es posible otro futuro y no solamente el mejoramiento y adaptación de las actuales circunstancias de dominación y colonialismo en que vivimos.
La invito a sumarse a este “esfuerzo de todos los involucrados” que Ud. señala.
Atentos saludos
Gustavo
Sr. Gustavo, haciendo alusión a la metáfora del alfarero en el caso de la educación, considero que los educadores-facilitadores, tienen esa gran responsabilidad de moldear al estudiante a “su modo”; rescato los esfuerzos de muchos que he conocido desde la etapa inicial, hasta el superior; sin embargo, no todos están imbuidos de ese espíritu de altruismo. Mis respetos para todos aquellos que hacen de la docencia, más que una profesión, una pasión desinteresada y solidaria para formar día a día, ciudadanos de verdad que puedan desenvolverse en cualquier ámbito, pero principalmente al servicio de la sociedad y para contribuir al desarrollo del Estado como tal. Así, será más difícil que otros alfareros puedan modificar esa “vasija”, cuyo barro fue muy bien preparado, moldeado y cocido en una buena dosis de calor, pudiendo enfrentar cualquier vicisitud en el transcurso de su carrera profesional, sin llegar a romperse.
ResponderEliminarCon referencia a los sueños actuales de la educación boliviana, tengo fe y creo que esta vez, los bolivianos están despertando y observando la realidad nacional desde otra óptica, y los educadores de todos los niveles, continúan constituyéndose en los actores principales, en la contribución decisiva para la formación de los futuros conductores de esta sociedad que ha sufrido tanto.
Gracias por sus comentarios, y la deferencia.
Saludos a la distancia.
Juan Arnez