jueves, 4 de julio de 2013

¿MÁS DE LO MISMO?


La educación es, al menos para los occidentales, una ecuación en la que se iguala con la escuela. Es decir, más escolarizado es equivalente a más educado. Un país educado es el que presenta los mejores promedios en años de escolaridad. Y si además puede mostrar mejores resultados en los exámenes internacionales, mejor que mejor. Tocar el cielo con la mano.
Sin embargo, la discusión sobre la educación en el país, hoy por hoy, está confinada a los límites, físicos e imaginarios, de la escuela. Incluso las demandas de los estudiantes se hacen desde, por y para la escuela y la escolarización.
No se trata de tener una educación diferente, ni tampoco de reconcebir la realidad y la forma de construirla: los conflictos se dan dentro de la escuela - al interior de la escuela luchan los estudiantes, los profesores, la policía, el gobierno.
No deja de ser inquietante la situación.
¿Por qué los jóvenes piden más y mejor escuela? La pregunta desconcierta, porque vendría siendo lo mismo que pedir una mejor preparación para incorporarse con la menor cantidad de conflicto a la máquina social-productiva-consumista-represora que es nuestra sociedad actual. La contradicción misma: el gobierno no quiere dar los recursos ni las posibilidades. El gobierno, cuyo sentido ha estado puesto durante los últimos 40 años en el servicio de los intereses de las grandes corporaciones y de los bloques conservadores, justamente el gobierno -y el actual que es descaradamente el gobierno de los empresarios- se niega a mejorar una educación que lo único que lograría mejorar es el grado de ajuste y servicio de los jóvenes a las necesidades-demandas-exigencias de la empresa.
¿Qué se puede pensar?
Al respecto podríamos proponer algunas hipótesis de trabajo, una menos razonable que la otra.
La primera, que los estudiantes no tienen la más mínima conciencia de que la sociedad en que vivimos definitivamente no puede seguir así, y lo único que desean es integrarse a la misma. La evidencia sugiere que es la hipótesis más peregrina que podría pensarse, a la vez que un insulto a la inteligencia de los jóvenes.
La segunda hipótesis es que se trata de una estrategia política más amplia, en que se instala un segmento de la población los jóvenes- como un referente político que se distancia de los clásicos partidos políticos, como realidad y como concepto. La primera conquista es la educación, pública, gratuita, de calidad. Luego vendrán otros espacios a ocupar.  Esta hipótesis parece la más sensata desde una mirada de futuro.
La reacción del gobierno actual y de los anteriores- se puede comprender ahora, porque los políticos han entendido, o al menos sospechan, que la cosa va para más largo y más profundo de lo que podría sospecharse al inicio de los movimientos.
Vienen las elecciones presidenciales.
El próximo presidente o presidenta del país tendrá que tener a la educación en la primera línea de sus prioridades y, ojalá no cometa el error de desconocer a este actor social, tildándolos de delincuentes, flojos, terroristas, puteríos y otros adjetivos que buscan satanizar a la juventud convirtiéndola en enemiga del orden institucional (es decir, el orden que requieren los grandes negocios).
Atención próximo gobierno. Si no quieren fracasar, escuchen y dialoguen, negocien sentidos y soluciones con la juventud. Ellos son el futuro y lo saben. Y están dispuestos a apropiárselo.
¡Ellos y ellas, lo mejor de esta Patria!

5 comentarios:

  1. Me gusta el artículo. Buenos argumentos en un lenguaje provocador y directo. Un abrazo

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    1. Gracias querida amiga por tus palabras. Yo se que pensamos en líneas similares. Me pregunto si esta preocupación será extensible a otros países de nuestra América Latina: Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, otros.
      Desgraciadamente el bloqueo sistemático de la información por los medios de comunicación de mi país, todos en manos de la derecha político-religioso-empresarial, nos impide saber si similares movimientos se están produciendo en otros países hermanos. Pero tengo ánimo: la marea sube y sube...

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. De los arrepentidos es el reino de los cielos querido amigo...

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  3. Gracias Gustavo. Creo que al tema de la educación debiera seguirle "naturalmente" el de la salud y de las empresas prestadoras de servicios de salud de las cuales somos todos clientes.
    Con el afecto de siempre, Lucho Romero.

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