lunes, 9 de agosto de 2010

La lógica del mercado y la universidad

La noticia de la venta del canal 13 de la PUC ha suscitado todo tipo de reacciones, incluyendo una polémica entre el ex vicerrector académico y actual senador por la UDI, Hernán Larraín, y el ex rector de la PUC, Juan de Dios Vial Correa. El primero rasga vestiduras y enrostra que se trata de un acto legal pero no ético, mientras que el segundo le responde con argumentos en el marco del mercado.
Si se tratara de un negocio, de la sucursal de un supermercado, de una farmacia, nadie se extrañaría: es la lógica del mercado. Cuando un negocio anda mal, lo mejor es deshacerse de él lo antes posible. Por cierto, el precio nunca será el optimo.
De los interlocutores, el más consistente es el ex rector Vial. En efecto, la PUC se ha instalado con una mentalidad y un estilo empresarial y gerencial que, al parecer, ha dejado atrás o a un lado las antiguas y preciadas tradiciones de la prioridad de la academia, la consulta y la participación, la discusión ilustrada y respetuosa. No es ese el hábito de los gerentes: éstos toman decisiones y las comunican para que se ejecuten. También está claro que al interior de la PUC hay una tensión en este sentido.
Pero resulta que la PUC es una universidad privada y no pública. Aquello de “vocación pública” es un eufemismo que se utilizó en alguna época para justificar por qué entes privados como la PUC recibían (y reciben) recursos fiscales sin tener que dar cuenta de ellos ante la Contraloría ni ningún otro ente fiscalizador. De manera que, insistamos: es una universidad privada. Como tal, puede funcionar como le parezca mejor.
Pero, ¿qué pasa con las universidades del Estado, aquellas que efectivamente son públicas puesto que pertenecen a todos los chilenos? Lo que afirmamos aquí es que de públicas les va quedando poco.
Primero, porque el Estado financia una mínima parte de su presupuesto (14% para el caso de la U de Chile), de manera que la universidad se ve obligada a venderse en el mercado.
Segundo, porque al obligarlas a competir en el mercado le imponen los valores, lógicas y formas de actuar de la empresa privada, no siéndolo y no teniendo vocación ni capacidad legal para hacerlo.
Tercero, porque al imponer una medida como la de los “créditos transferibles” instalan la posibilidad que muchos estudiantes dejen de tomar algunos cursos en la universidad que es más exigente y los tomen en otra menos exigentes. De esta forma, la transferibilidad de los créditos puede llevar a un descenso sistemático de la calidad. A la vez, hay un progresivo desfinanciamiento.
Cuarto, porque al imponer la obligación del autofinanciamiento el Estado ha hecho que sus universidades se debiliten, haciéndolas más frágiles frente a las demandas del mercado, más fácilmente transables. De esta forma, la vocación de servicio al país y a las necesidades de todos los chilenos se va deteriorando hasta quedar convertida en un eslogan.
Así las cosas, no parece posible concebir una auténtica universidad pública en un sistema de mercado. ¡Adiós Finlandia de América del Sur!

4 comentarios:

  1. Estimado Gustavo
    No puedo estar más de acuerdo con usted, la universidad como institución baila hoy al son del mercado, sin embargo el caso de la universidad Católica es un caso digno análisis, pues la pregunta que surge a partir de los dichos de Juan de Dios Vial Correa es ¿Estas prácticas empresariales no contradicen la declaración de principios y misión de la PUC? de ser una COMUNIDAD *(conjunto de personas con objetivos comunes)educativa, que construye una nación humana SOLIDARIA y JUSTA.
    Parece ser, que los conceptos de comunidad, solidaridad y justicia tienen significados diferentes de acuerdo a la rentabilidad.
    * ver decalración de principios III comunidad universitaria punto 1 al 4.
    Raúl

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  2. No me preocupa que la Iglesia, no la Universidad Católica, haya decidido vender una parte sustantiva de su canal de televisión. Digo no me preocupa en cuanto problema universitario. Ni siquiera me sorprende el cacareo patético del senador aquel. Después de todo, una institución que asegura saber lo que debemos hacer, y no hacer, todos los que vivimos en este país seguramente ha de contar con el beneplácito divino para disponer de su canal de televisión como mejor le parezca (preocupados deben estar los otros actores de ese sistema que parece que tendrán que repartirse una torta que parece que no crece, con un competidor mejor dispuesto pero ese es otro problema). Si es preocupante, y mucho, el vaticinio de Gustavo respecto de los créditos transferibles. La pregunta, a mi juicio es qué entendemos por buena calidad (mi vanidad no alcanza para enhebrar una respuesta) y como hacemos para que las universidades adquieran y mantengan esa buena calidad. En una lógica de cooperación los créditos transferible parecen una buena idea; en una lógica mercantilista de competencia efectivamente puden ser un desastre.

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  3. Estimado Profesor:
    Cuánto se extraña la "UNIVERSIDAD" como entidad formadora de profesionales de calidad, como "AULA MATER" desde donde nacen intelectuales que transforman la cultura, la nación!!!
    Universitas escribía el Cardenal John Henry Newman... Universitas!!!
    Pero concuerdo con Ud., el mercado ganó! Las propagandas de televisión, realities y todas esas tonteras tienen más valor que el saber universitario.
    ¿Canal Católico? de católico NADA... de caótico MUCHO.
    Un afectuoso saludo.
    H.

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  4. Gustavo: ¿puede haber tensión entre lo público y lo privado cuando la disposición y decisión del Estado es privatizar la educación pública?
    El modelo que propicia entregar dineros a privados para subsidiar el gasto social (ese por el que será, desde este lado de las cosas, tristemente recordado Lagos como su principal estratega) ha llegado para quedarse. En la universidad ya existía, y la PUC era y es su principal beneficiada. Hoy, bajo el eufemismo de licitaciones y otros instrumentos se ha propagado como principio de la política pública. Es lamentable, tal vez la PUC sólo tiene algo de sentido de realidad. YO ME DECLARO EN RESISTENCIA.

    M.P.R.

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