El día de ayer los chilenos nos conmovimos hasta lo más profundo con la alegría de saber que los 33 trabajadores de la Mina San José estaban vivos y bien. El escueto mensaje "estamos bien en el refugio, los 33" fue el premio a un esfuerzo gigantesco que se desplegó para encontrarlos.
Dice la tradición que es una noble actitud reconocer los aciertos de los demás. Pero no dice que hay que callar los desaciertos o dejar de señalar las incongruencias.
Lo primero es reconocer que el gobierno se las jugó por entero en esta ocasión. Podrá decirse que también fue oportunismo político, pero allí está la evidencia. Esperamos ahora que se la juegue por la justicia en el mundo del trabajo y asegure o mejore las condiciones laborales no sólo para los mineros sino para todos los trabajadores: de la construcción, del mundo pesquero y acuícola, del transporte, del comercio, de los servicios. Esta no es una deuda atribuible directamente al gobierno de Piñera sino que se arrastra desde los tiempos de la dictadura pasando por los gobiernos de la Concertación que, si bien algo hicieron, no fue suficiente al parecer.
También hay que reconocer cómo el gobierno se la jugó por la liberación de los presos de conciencia en Cuba. Ahora esperamos que haga lo mismo por los presos políticos en Chile, especialmente por los mapuche que piden ser juzgados por la justicia ordinaria y no por la militar. O que interceda con igual fuerza por los presos de guerra en la base de Guantánamo.
La empresa minera sacó la cara y su gerente general se prestó a ser entrevistado; eso habla bien de él. Claro está que primero habían contratado un estudio de abogados. Ahora exige justicia, según una última entrevista, que no se les juzgue de antemano. Al parecer no existe el mismo estándar cuando se trata de juzgar a otros: por ejemplo, haber afirmado que los expertos de Codelco eran unos ineptos que no podía leer un archivo en Autocad. Hay más preguntas: ¿dónde está el otro dueño?, ¿dónde están los representantes de la minería, dando explicaciones o haciéndose cargo? Da la impresión que este señor está solo en el mundo: no se le ha visto acompañado por nadie ni ninguna organización gremial de los empresarios ha dicho nada al respecto. ¿De qué solidaridad hablamos? ¿De cuál "responsabilidad social empresarial"?
Nobleza obliga, pero la honestidad obliga más aún. Cuenta la historia que cuando a Aristóteles le preguntaron cómo era que enseñaba cosas que iban en contra de lo que enseñaba su maestro Platón, él respondió: "Amicus vere Plato, magis amica veritas" (En efecto, soy amigo de Platón, pero más amigo soy de la verdad".
Papá... eres sequísimo!!!!!!!! me gusta mucho leer tus reflexiones...
ResponderEliminarTe amo muchito!
Apreciado Amigo Dr. Hawes:
ResponderEliminarCoincido con usted en sus apreciaciones. Los mineros son gente valiente soportarán estoicamente hasta que puedan sacarlos sanos y salvos. Ciertamente, las condiciones de trabajo en las minas chilenas y bolivianas deben mejorar.
Estimado Profesor: Excelente meditación. Con Aristóteles subimos la montaña y con Platón la bajamos. Un saludo afectuoso.
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