martes, 13 de julio de 2010

LA COPIA FELIZ DE FINLANDIA

El Ministro de Educación escribe en la edición dominical de El Mercurio acerca de las propuestas que ha hecho una comisión de expertos. Aparte de agregar que los expertos son tales y que la comisión es plural desde el punto de vista político (califica de “técnico” el consenso, es decir, no político -¿una nueva ingenuidad ministerial?), el ministro expone algunos de los puntos de la propuesta de esta comisión. Hasta acá todo bien.

Pero nuestro ministro, con la creatividad que le conocemos, agrega un punto de su cosecha: “Esto pone a Chile en la ruta de países como Finlandia”.

El Ministro reduce el problema de la educación a la sala de clases (“el acento donde debe estar: en la sala de clase”, dice), es decir, en el profesor o profesora. Entonces, la clave está en tener mejores profesores. Para mejorar la calidad de los estudiantes de pedagogía sugiere puntajes de corte elevados para los futuros estudiantes de pedagogía (550 puntos indica el artículo). En efecto, se entiende que si los puntajes de corte son más exigentes, sólo ingresarán estudiantes de altos puntajes. No parece una deducción demasiado exigente. La pregunta es qué aliciente tendrán esos jóvenes para ingresar, si con un puntaje de este tipo podrían ingresar a otras carreras más rentables y menos expuestas que la pedagogía (un dato: en Finlandia casi el 25% de los egresados quiere estudiar pedagogía; sólo un 10% de los postulantes es aceptado).

Pero, la lógica ministerial tiene un sesgo monocausal: cambiemos la admisión a las carreras de pedagogía y la educación se asemejará a la de Finlandia; el resto se dará por añadidura. No parece tal.

Si el Ministro quiere seguir el camino de Finlandia también debería considerar otros aspectos. Por ejemplo, que allá prácticamente toda la educación es pública. Así es, y no sólo la enseñanza básica sino también la superior. A la vez, la educación pública es auténticamente gratuita (no existen los “aportes voluntarios” o “solidarios” o cualquier otro eufemismo para designar el financiamiento privado de la enseñanza pública). La educación privada representa menos del 1% de la escolaridad del país y se encuentra sujeta a la supervisión del Ministerio de Educación.

Por cierto los profesores finlandeses no tienen que enseñar doble jornada para hacerse un sueldo. Lo que el Estado les paga les basta para tener y sostener una calidad de vida razonable.

En cuanto a los estudiantes, no sólo los de pedagogía, tienen asegurado por vía del Estado su mantenimiento. En otras palabras, la educación no sólo es gratuita sino que los estudiantes también reciben una ayuda adicional para poder mantenerse. Hay que señalar que en Finlandia no existen las universidades privadas: todas son públicas, es decir, todas son propiedad del Estado, que las financia casi completamente y se responsabiliza de ellas.

En esta copia feliz del Edén, desde las playas artificiales a orillas del Mapocho, hasta la actual receta mágica para la educación. ¡Por favor!

Un dato para el ministro: visite El Rincón del Vago. Allí encontrará más información sobre la educación en Finlandia y se dará cuenta que no es sólo cosa de subir los puntajes de corte. Puede visitarla en http://pdf.rincondelvago.com/educacion-en-finlandia.html. No hay de qué.

6 comentarios:

  1. Antonio Mondaca dijo:

    Genial, Gustavo!!
    Muy acertados todos tus comentarios... y oportunos. Un datito: en Chilito también tuvimos mayor demanda de postulantes que oferta de cupos para ingresar a las gloriosas Escuelas Normales: en Ancud, promedio de 300 interesados para 100 plazas; con las pruebas de selección apenas ingresaba la mitad... y terminaban felizmente la mitad de esa mitad. Pero, ojo, solamente para inscribirse como postulante había que cumplir dos requisitos insoslayables: estar entre los 3 primeros de su curso escolar y tener un 6,5 de promedio de notas.
    Todo lo anterior, público y gratuito.
    Ya conocemos el triste final de esta historia.
    Antonio Mondaca

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  2. Excelente Gustavo. En Finlandia la educación es política de Estado, no como acá. Tal vez el ministro podría leer esto: http://juegosdematenoticias.blogspot.com/2010/06/como-es-la-educacion-en-el-mejor_13.html

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  3. Me cae bien Usté, Profe...
    :)

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  4. No solo a nivel de distancias estamos lejos de Finlandia....si no que, aún más remoto, lejos del nivel de desarrollo de esa especial cultura. Pues si tomamos un vuelo hacia allá demoraremos pero llegaremos en un tiempo bien conocido...pero a nivel de desarrollo económico, social y sobre todo educacional, es realmente "iluso" e irresponsable siquiera sembrar una idea de igualdad u homologación de condiciones y, peor aún, de una ruta que nos llevará al mismo camino y destino que Finlandia. Creo que nuestro Ministro de Educación, necesita recordar que todo proyecto que hemos de comenzar debe tener considerado, en primer lugar la viabilidad del mismo, lo que implica no solo el contexto sino que también la atingencia y planteamiento de objetivos -por favor Ministro- posibles de cumplir y lograr.....
    Parece que en nuestra copia feliz del Edén, se respira un extraño aire de bipolaridad....pues pasamos del pensamiento concreto a la utopía total.

    Ps. Ingrid Rojas Stuardo

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  5. Un agregado...
    al parecer hemos perdido de vista o se nos queda fuera de la conversación el para qué de la educación. ¿Para qué educamos en Chile? ¿Para qué y por qué ESTA educación y no otra? ¿Quién decide esto?
    Por ahora la propuesta del gobierno (siguiendo la tradición de los anteriores) se ha centrado en los síntomas (malos rendimientos Simce) y han identificado sólo una causa: los profesores en el aula.
    Estaría bueno echar una mirada más en profundidad al tema y hacernos la pregunta de qué educación necesitamos y queremos TODOS los chilenos, no sólo los que están en los centros del poder tomando las decisiones.

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  6. Ý lo más sorprendente es que existe "apoyo científico" para la propuesta del ministro. Ver
    http://www.lyd.com/temaspublicos/editora/TP974FortalecerlaProfesionDocente1507.pdf

    Saludos

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